¿QUIÉN DIJO QUE EL BUCEO ERA SOLO PARA EL VERANO?
Hoy fui a la piscina (con un permiso especial) a nadar con el traje de neopreno para descansar mi dolorido cuerpo y ha sido toda una pasada.
Como este traje te hace flotar, no tienes que forzar ningún músculo para mantenerte a flote y si consigues relajarte y
dejarte llevar, las vértebras de la columna cogen amplitud separándose lo suficiente como para dejar a los discos inter vertebrales "respirar" por unos momentos y así dejar libres todas las terminaciones nerviosas que hayan podido estar atrapadas entre ellos, con lo cual, todo se relaja, se desinflama, y el dolor cesa. Tanto, que en unos días no tienes necesidad de tomar ningún calmante y mucho menos morfina (como es mi caso)
Hoy por fin conseguí ponerme derecha a pesar de la flotabilidad del traje (al principio me quedaba tumbada como una cucaracha panza arriba) y nadar tranquilamente con las gafas y respirando por el tubo, pues esto último es lo que más me agobiaba y costaba, pero una vez que lo tuve por la mano la sensación de libertad y de "no cuerpo" fue tan maravillosa que a los pocos minutos olvidé mi respiración y me dediqué simplemente a disfrutar de estas sensaciones.
Otra cosa que me impactó fue que mientras nadaba tranquilamente tenía la sensación de que apenas me movía, pues mis movimientos eran suaves y relajados... Pero mi sorpresa fue grande cuando vi que había llegado al final de la piscina en un plis-plas y sin darme cuenta.
Supongo que esto sería por las aletas de mis pies (según me dijo la instructora y amiga que me acompañaba en todo momento) pero aún así no dejo de alucinar al ver que no me costó trabajo ni esfuerzo alguno hacer varias piscinas y en poco tiempo.
En honor a la verdad, diré que al principio no conseguía mantener el equilibrio o la estabilidad, y me iba de lado a lado del carril, o bien, me cruzaba a todo lo ancho, con lo cual, la pobre instructora me tenía que agarrar y ponerme recta y en mi sitio para que no tropezara con los otros nadadores, pero en vez de agobiarme me atacaba la risa de ver lo torpona que soy.
Otra cosa que me pasó fue cuando intentó enseñarme a sacar el agua de las gafas soplando fuertemente por la nariz. Sencillo ¿no? Pues NO. Aquí la menda, cuando levantaba las gafas sacaba el aire por la boca y luego ya no me quedaba aire en los pulmones para echar por la nariz y expulsar así el agua de las gafas, con lo cual, todo el agua se me introducía por las narices y un poco más me ahogo. Pero eso sí, doy fe de que si uno está constipado se le descongestionan las narices de golpe jajaja... Menos mal que no era mi caso, que si no.... menuda vergüenza hubiera pasado ;DDD
En resumen: Ha sido un día estupendo que a parte de divertirme de lo lindo y sentirme feliz por conseguir algo que para mí era ya todo un reto, me quitó el puñetero dolor de cadera que ya empezaba a hacer estragos cuando me metí en el agua, pero que a los pocos minutos desapareció por completo. Y en estos momentos en que ya pasó la hora de la cena, todavía estoy sin la morfina y lo que es mejor: SIN DOLOR
Tan solo por esto ya merece la pena quitarse los miedos y lanzarse a la aventura. El buceo adaptado es una práctica que recomiendo fervientemente a todas aquellas personas que tengan dolores de huesos o músculos, pues ya veis que al menos por unas horas o días, desaparecen y nos dan un respiro, ganando en calidad de vida y cómo no, de buen humor y felicidad.
Ya os iré diciendo que tal voy y cuánto me dura este bienestar. Y también os mantendré informados de mis próximas incursiones con este deporte, si es que mi amiga y compañera de fatigas no se harta de ponerme recta y evitar que me lleve las paredes o a los otros nadadores por delante jajaja...
Besitos miles mis queridos amigos,
Leonor