lunes, 24 de octubre de 2011

Depender de los demás...


Que malo es depender de los demás....
 
Hoy me quedé sin poder ir a saludar a mis compañeros del primer curso de musicoterapia porque mi esposo está con gripe y no me quedaban más viajes de taxi (tan solo tenemos 3 al mes)
 
Me hubiese gustado tanto ir... pues por primera vez en mi vida fui aceptada por un grupo de personas desconocidas en menos de un día. Y eso a pesar de mi timidez y de que todos eran terapéutas o músicos excepto yo. Pero aún así me integraron enseguida en el grupo y al cabo de los dos días tan itensos que duró el curso, se habían creado unos lazos muy bonitos.
 
Hoy hacían el 2º nivel pero yo ya avisé de que no lo haría porque ya es más profesional y para personas que se van a dedicar a dar terapia a través de la música con el sistema Benezon, pero al vivir cerca de donde se dan las clases me había comprometido a ir y así poder saludarles a todos y pasar un ratito con ellos. Incluso había comprado unas pastas para merendar...
 
Pero nada, el virus de la gripe se apalancó en mi marido y me impidió ir. Y todo por no poder desplazarme yo sola. 
 
Si los transportes públicos estuvieran bien adaptados no tendríamos estos problemas, pero aunque hay estaciones de metro con ascensor (no todas) se complica la cosa cuando te viene un metro antiguo porque el vagón es más estrecho y queda un hueco entre el andén y la puerta de entrada al mismo, con lo cual, las ruedas de la silla se te quedan metidas entre medias y o te suben, o te quedas ahí perenne.
 
Por eso, al no tener a nadie para que me acompañase, me quedé sin poder ir 
 
¿Algún día seremos totalmente independientes? Esto es lo que peor llevo de ir en silla de ruedas, la falta de independencia. Si tan solo pudiera conducir... ¡Cómo lo echo de menos!

Un abrazo,


 

2 comentarios:

  1. Leonor! Qué pena que no hayas podido ir, realmente lo que cuentas es hermoso, sentirse aceptada es algo que realmente te comprendo perfectamente, para los tímidos que otros se den cuenta que estamos allí no tiene precio. Y seguro que tus nuevos amigos lo habrán entendido perfectamente, lo triste es que en todas las ciudades nadie piense en los demás y están construídas y diseñadas para los que pueden andar sin problemas y jamás piensan en los otros. Ojalá un día se piense en todos y no sólo en unos pocos.
    Te dejo un beso enorme y un abrazo de corazón!

    ResponderEliminar
  2. Gracias mi querida Aldhanax, es cierto lo que dices, para los tímidos también es muy difícil contactar con los demás y peor todavía es cuando se dan cuenta y no paran de decirte que "eres demasiado tímida..." esto es horrible.
    Un abrazo con todo mi cariño,

    ResponderEliminar

Tu opinión es importante para mí...
Y si dejas un saludito, mejor que mejor ;-)